Fue una noticia de ésas que le gustan a los matinales (sufrimiento + misterio): un chico -Gonzalo Rivera, dieciocho años- se pierde un día lunes cerca de la playa de Ramuntcho, Octava Región. Al día siguiente,los bomberos salen a buscarlo y graban el recorrido con un celular. Pasa una semana y -sorpresa- en el video aparece un jovencito al que no habían visto.
Conclusión lógica: es un fantasma.
“Bienvenidos”, el matinal de canal 13, pasa el video una y otra vez mientras Tonka pone cara de esto es increíble y a nadie se le pasa por la cabeza que, en una de ésas, los bomberos no lo vieron, no más. Hasta que esta semana el fantasma adquiere huesitos, carne, voz, nombre y edad: David Carrera, catorce años. Porque -lo que pasa- es que lo de David son las confusiones:
Por ejemplo:
-Pregunta por Nicolás-, dice la mamá de David, porque a David nadie le dice David, pero responde por los dos nombres y -ahora- por un tercero: fantasma.
-¿Qué andabas haciendo cuando te graban?
-Paseando
-¿Solo?
-Con un amigo.
-Pero no aparece.
-Si po. Pero cruza al frente en el video, no se encuentra conmigo. Iba por la otra orilla. Es que íbamos camino a la playa de Ramuntcho
-¿Y cómo te enteraste del video?
-Por la tele. Me di cuenta altiro de que era yo. Quedé todo asombrao, pero yo había visto que me grabaron. Pensé: “ah estará grabando el paisaje”.
-Y qué tal ser fantasma por un día…
-Yo creo que voy a ser fantasma por todo el año, jajaja. Si ya me tienen ya el sobrenombre, me agarran pal chacoteo mis amigos igual.
-Y la fama…
Más o menos. Me cansé mucho. Tenís que ir a carabineros, después tenís que ver a toda la prensa afuera de tu casa sin tener idea.
-¿Crees en los fantasmas?
-No sé. Sí. Igual me dan miedo pero no sé. Siempre he estado en la duda.
-Pero sí o no.
-Más o menos.
Como buen fantasma, David/Nicolás habla poco, muy poco, y tiene desapariciones más reales que la de una cámara de celular.
La verdadera desaparición de David es ésta:
-¿Y qué haces cuando no eres fantasma? ¿Vas al colegio?
-No estudio porque iba en el liceo pero ya no. Me retiré del liceo.
-¿Qué pasó?
-Me aburrí
-¿Por qué?
-Porque no sé po, no me gustó. Mi mamá igual me retó. Todos me retaron. Pero ya quedé repitiendo por falta de asistencia así que por eso decidí no ir más.
-¿Por qué faltabas tanto?
-Porque era muy flojo. Jajajaja.
-¿Carreteabas o dormías?
Jajaja. Ambas-, dice David, que no tiene la menor idea de qué quiere hacer más adelante.
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